Mediados de julio y en Aranjuez.
Todo el mundo sabía que iba a ser una boda para recordar.
Adiós a las estadísticas.
Con una pequeña calima se despertó el día pero el único calor que se sintió con fuerza era el de los corazones de esta pareja.
Un par de años atrás les hicimos una sesión de pareja y desde entonces Rocio sabía ya quien les iba a realizar las fotos de su boda.
Así es Rocio. Una mujer meticulosa, que sabe lo que quiere, detallista y siempre dirigiendo la orquesta.
Es una buena forma de que las cosas salgan como tu quieres.
Todo perfecto, todo ordenado, todo medido y cronometrado. Ella sola sería capaz de organizar unas olimpiadas.
Matute, todo corazón. Se sincronizan y actúan en pareja como un sólo ser.
Ellos nos confiesan que ha sido mucho tiempo de preparativos pero que tenían muy claro que o se hacía así o no se hacía.
Pues bien por ellos.
Rocio nos recordaba: “los detalles, acordaos de los detalles”. No te preocupes Rocio, te vas a aburrir de detalles.
El lugar precioso, con atardecer de lujo incluido.
Una pareja de guapos y dispuestos a hacer lo que quisiéramos, aunque fuera una maratón de ahora aquí y ahora así.
Les tuvo que gustar porque repetimos en El Capricho, a la vuelta de su Luna de Miel.
Rocio, Matute, esperamos veros de nuevo en algún bautizo.
Un beso muy fuerte.